La historia del ping pong puede resultar apasionante, y es que el ping pong o tenis de mesa existe desde hace más de 140 años y en este tiempo ha cambiado mucho. Desde sus humildes comienzos, en los que se jugaba en las casas de las clases altas, hasta la actualidad, en la que juegan millones de jugadores en cientos de países de todo el mundo.
En este artículo, vamos a repasar la historia del tenis de mesa y a cubrir algunas de las fechas y cambios más notables.
¿Quién inventó el tenis de mesa y en que año?
El tenis de mesa (o ping pong, como también es conocido) se inventó en la Inglaterra alrededor de 1880. Fue una adaptación al tenis sobre hierba, en la que se busco una alternativa de seguir jugando a algo similar en los meses de invierno, cuando hacía demasiado frío para estar en el exterior.
Se puso de moda muy rápidamente al ser mucho más accesible para la gente que jugaba en casa, ya que no necesitaba un gran espacio exterior.
Muchas empresas de juegos empezaron a comercializar packs con redes, palas y pelotas. En aquella época, el juego recibía muchos nombres diferentes, dependiendo de la empresa que vendía el equipo. Algunos de los nombres con los que se le conocía son:
- Ping-Pong o Gossima
- Tenis de mesa
- Whiff Waff
- Pom-pom
- Pim-pam
- Otros…
Con el tiempo, los nombres de ping pong y tenis de mesa se impusieron y en 1901 se formaron la Asociación de Ping Pong y la Asociación de Tenis de Mesa.
Entonces, ¿cuál es el origen del nombre de ping pong?
Al ver que el juego se hacía tan popular, J. Jaques, un fabricante británico, registró el nombre Ping Pong en todo el mundo. Esto significaba que otros fabricantes tenían que referirse al juego con un nombre diferente a Ping Pong para no infringir delito con la marca, por ejemplo con tenis de mesa o nombres diferentes.
Lo mismo ocurrió en Estados Unidos, donde J. Jaques vendió los derechos de la marca a los hermanos Parker, que se aseguraron de que otras empresas y asociaciones no se refirieran al juego como Ping Pong.
Primeras mesas
Originalmente, el tenis de mesa se jugaba en mesas de comedor o de billar. Los jugadores colocaban redes a lo largo de la mesa y, a veces, incluso redes a los lados para atrapar la pelota.
Primeras palas
Las palas utilizadas eran de diferentes estilos, formas y tamaños. Las más comunes eran de madera y estaban cubiertas por un lienzo de piel que se extendía sobre el marco de madera. Así es como el ping pong obtuvo su nombre, ya que los sonidos que se producían cuando la pelota golpeaba la pala eran de diferentes tonos.
No fue hasta 1900 cuando E.C Goode inventó una pala que hoy nos resulta más reconocible. Fue el primero en utilizar una lámina de caucho encima de la pala de madera, pero no fue hasta mucho después que se utilizó una esponja entre la pala y el caucho.
Primeras pelotas
Había varios tipos de pelotas de diferentes tamaños y fabricadas con distintos materiales. Antes de 1900 solían ser de corcho o de goma, pero no eran ideales, ya que el rebote de la pelota de goma era demasiado imprevisible y el rebote de la pelota de corcho no era suficiente.
Entonces, en 1901, James W. Gibb descubrió las pelotas de celuloide durante una visita a Estados Unidos, que eran perfectas para el juego. Una pelota de 38 mm hecha de celuloide se convirtió rápidamente en el estándar y se utilizó hasta hace muy poco, cuando en el año 2000 el tamaño de la pelota aumentó a 40 mm. Luego, en 2014, las pelotas empezaron a fabricarse en plástico.
De los años 1920 a los 1950: Era de la pala dura
Aunque el tenis de mesa pasó de moda hacia 1903, en la década de 1920 experimentó un renacimiento. Se introdujeron y adoptaron reglas estandarizadas que ayudaron a aumentar su popularidad. En 1926 se creó en Berlín la ITTF (Federación Internacional de Tenis de Mesa) y se celebraron en Inglaterra los primeros campeonatos mundiales de la historia. La ITTF es el organismo que determina las reglas y normas del tenis de mesa.
El periodo comprendido entre 1920 y 1950 se conoce como la era del pala duro clásico debido a la falta de esponja en las palas de la época. En general, los jugadores europeos dominaron en términos de victorias en las competiciones durante estas décadas.
En 1936, la ITTF introdujo algunos cambios en las reglas, como el aumento de la altura de las redes a 15 centímetros y la pintura de las mesas. Esto hizo que el juego se ralentizara mucho, lo que dificultó a los jugadores de ataque. Sorprendentemente, durante los Campeonatos Mundiales de Praga de ese año, hubo un rally que duró más de 2 horas, el rally más largo de la historia durante un partido del campeonato mundial.
De los años 1950 a los 1970: Era de la pala con esponja
En la década de 1950 se produjo un gran cambio en la tecnología utilizada en las palas de tenis de mesa. El jugador japonés Hiroji Satoh tenía una raqueta que utilizaba una capa de espuma de caucho esponjoso que le permitía desarrollar mucha más velocidad y efecto, y ganó el campeonato mundial de 1952.
Este deporte se hizo muy popular en Asia y los jugadores de países como China, Japón y Corea empezaron a dominar los podios de los campeonatos mundiales.
De los años 1970 a los 2000: Auge Sueco
En la década de 1970, algunos experimentos con pegamento para reparar neumáticos de bicicleta para aplicar la goma al pala hicieron que los jugadores pudieran generar mucha más velocidad y efecto con sus raquetas. Esto se conoció como pegamento de velocidad y se atribuye generalmente al yugoslavo Dragutin Surbek y al húngaro Tibor Klampar.
Aun así, las dos primeras décadas de este periodo empezaron como las anteriores, con China dominando los campeonatos mundiales tanto en las pruebas masculinas como en las femeninas. Sin embargo, el dominio de China llegó a su fin en 1989, cuando los jugadores suecos ganaron las pruebas por equipos de 1989, 1991 y 1993, además de dos títulos de campeón del mundo masculino en 1989 y 1991, con Jan Ove Waldner a la cabeza.
El tenis de mesa se convierte en deporte Olímpico
A lo largo del siglo XX, el tenis de mesa fue ganando popularidad y finalmente se convirtió en un deporte olímpico cuando apareció por primera vez en los Juegos Olímpicos de Seúl en 1988. Ahora, este deporte es amado en todo el mundo por nada menos que 875 millones de personas.
Ma Long ha conseguido los dos últimos oros olímpicos de tenis de mesa (2016 y 2020).